Canchita Chica

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MEDIO DEPORTIVO

27 julio, 2024

Tomás Prado: “Lo esencial en las infantiles es que se contraten profesionales dedicados y actualizados”

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El exdelantero de Alcira Gigena y actual jugador de Panserraikos en la segunda división de la liga de Grecia, nos comparte su experiencia como futbolista y lo que para él significó su paso por las divisiones inferiores de Lutgardis Riveros de Alcira Gigena, algo que lo formó como persona y que contribuyó para ser el deportista que es hoy.

Por Zamira Córdoba

El delantero de 24 años juega al fútbol desde que tiene uso de razón. Siempre había una pelota de fútbol rebotando por las paredes de su casa. Juegos, risas y algún que otro adorno roto eran el día a día de su infancia.

De familia futbolera, el deportista cuenta con el apoyo de su padre y de su hermano, que lo motivaron a formar parte de este inmenso universo. El camino forjado por Prado tiene mucho de esfuerzo, pasión y empeño, características que se manifiestan en su juego dentro de la cancha.

“Mi formación en infantiles fue buena. Por suerte tuve profes dedicados”, expresó Prado y continuó: “Lo esencial en las infantiles es que se contraten profesionales dedicados y actualizados”. Su niñez dentro del Lutgardis Riveros estuvo marcada por el fuerte compañerismo y compromiso de todo su equipo. Los lazos, la confianza y la disciplina son las bases para construir la fortaleza del deportista. “Es mi casa, mi lugar en el mundo, mis mejores amigos los hice ahí. Es lo más importante para mí”, explicó Tomás.

Las demandas dentro del fútbol van mutando según las necesidades de los deportistas. En la actualidad la formación profesional comienza desde muy temprana edad. De esta manera, se busca construir un sentido de pertenencia y una identidad en los más chicos. Acá reside el núcleo de la motivación y la pasión por el deporte. No solo se trata de la formación como atletas o deportistas, sino también como personas.

Actualmente Prado está radicado en Grecia. Juega en el club Panserraikos en la ciudad de Serres en la segunda división de ese país. En pandemia “Prado chico” como les dicen sus más allegados pensó en volver al país que lo vio crecer futbolísticamente, pero gracias al apoyo de sus compañeros el confinamiento no fue tan tedioso.

Ya hace varios meses que entrena y juega con normalidad. En cada gambeta, en cada gol y en cada pase exhibe un poco de todo lo que se nutrió desde las inferiores. Está convencido que apostar a profesionales formados y con vocación es una clave fundamental para el desarrollo de futuros jugadores profesionales.

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