“Tato” Titarelli: “Estoy orgulloso del viejo que tuve”

Desde hace una semana, el periodismo deportivo de Río Cuarto no es lo mismo. Siete días atrás falleció Edgardo Titarelli, de esas personas necesarias, queridas, esenciales. Se fue el “Tita”, uno de los referentes de las transmisiones deportivas locales y quien llevó su particular voz a cuanto estadio haya visitado un equipo de nuestra liga. “Estoy orgulloso de lo que fue mi viejo”, expresó Alberto “Tato” Titarelli, uno de sus hijos, amigo y compañero.

Durante más de 20 años desarrolló su programa radial Magazzine Deportivo en FM 105.5 y se convirtió en uno de los referentes de las transmisiones deportivas locales. Su gran pasión por el fútbol lo llevó a recorrer como nadie las canchas de la región y también de diferentes lugares del país donde jugara un equipo riocuartense. Edgardo Titarelli le dio al simpatizante local la posibilidad de seguir a su equipo porque el “Tita” siempre estaba cerca de la “caprichosa”.

“Mi viejo era –en el buen sentido- un enfermo de su trabajo, que tenía todo preparado. Un tipo que siempre estaba dispuesto a dar una mano, tanto como padre, como amigo o como compañero de trabajo. Él siempre estaba. Mi viejo era un apasionado del fútbol”, así describió Tato Titarelli a su padre.

Un sello único

Rubén Darío Ramón, director periodístico de FM Libre y compañero de Edgardo Titarelli sostuvo que su fallecimiento dejó una huella muy grande en el periodismo deportivo riocuartense y de la región. “Llegó en el 98´ con su propuesta de una tira diaria de información deportiva que luego sumó las transmisiones de los partidos y que evidentemente se convirtió con su producto Magazzine Deportivo en un sello distintivo para él y para la radio. El trabajo conjunto entre la productora de Edgardo Titarelli y la radio ha permitido que pudiésemos estar en cualquier lugar del país donde jugara un equipo de Río Cuarto. Cada representación de la ciudad en otro nivel ha tenido acompañamiento gracias al enorme esfuerzo personal de Edgardo y su equipo de trabajo. Es algo que otros medios no lo han hecho con la constancia y durante tantos años como él lo hizo”, destacó el periodista.

“Tita, era paramédico y llegó al periodismo gracias a su pasión por el deporte. Un tipo que fue dirigente, manager, estuvo al costado de la línea de cal, fue árbitro, hasta que finalmente llegó con todo ese caudal al periodismo. Claramente era un tipo inteligente que fue aprendiendo y pudo crecer. Sin haber pasado por la universidad fue uno de los tantos autodidactas del periodismo que puedo salir adelante y haciendo bien su trabajo, lo que no es poco”, expresó Rubén Darío Ramón.

En diálogo con Canchita Chica, Alberto Titarelli contó que su papá era un apasionado del fútbol, que sentía un gran amor por San Cayetano y por la radio. “Así fue como estuvo durante 26 años al aire y recorriendo cuanta cancha pudo. Empezó desde abajo y fue creciendo. Él siempre decía que andaba en un Fiat 600 y llegó a todos lados. Él afirmaba que lo importante no era llegar primero, sino saber llegar. Se pasaba horas en la cancha viendo jugar a los chicos y después los ubicaba en distintos clubes, gracias a los contactos que tenía”, relató Alberto “Tato” Titarelli.

Una pérdida enorme para la Liga

Rubén Darío Ramón afirmó que con la partida de Edgardo Titarelli la “Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto ha tenido la pérdida más grande”. Recordó que “en esos días de invierno cuando uno no salía a la calle ni por asomo, Tita estaba (con suerte) en una cabina, sino desde un techo transmitiendo un partido. En aquellos encuentros donde prácticamente no había fútbol él estaba y en los clásicos imperdibles también. Ha transmitido en cuanta cancha de la región se ha jugado fútbol. Esas cosas para el desarrollo del fútbol del interior son muy importantes. Logró que el futbolero, el hinca del cuadro más pequeño supiera que si tenía que encontrar una transmisión de su equipo debía clavar el 105.5 del dial porque Titarelli estaba en la cancha. Eso es un sello distintivo, era algo muy importante para la Liga, como también lo ha sido con el fútbol infantil teniendo durante años Botijas, el programa dedicado al fútbol infantil. Me parece que en cuanto a difusión para la Liga su partida representa una pérdida enorme”.

Ante todo, una excelente persona

A una semana de su partida, Alberto Titarelli describió a su padre como una persona muy compañera, solidaria y de gran corazón. “Cuando yo tenía 14 años y tuve la oportunidad de irme a jugar afuera (Platense, Colegiales y Deportivo Morón), en esos años mi viejo realizaba un esfuerzo enorme para sostener la casa, y a pesar de eso siempre se hacía tiempo para irme a ver jugar. Yo soy un agradecido de todo lo que ha hecho por mí, nunca me faltó nada y no hablo de lo material, sino de lo humano”.

“Edgardo era un compañero excelente, un tipo solidario, que con sus 72 años en las últimas transmisiones cuando salíamos de la cancha y bajábamos las escaleras él te agarraba y te llevaba un bolso, al menos lo quería hacer. Un gringo bueno, que siempre te quería dar una mano, de esos que dejan todo y por eso se lo extraña tanto”, expresó Rubén Darío Ramón.

“Fue quien en 2004 me abrió las puertas a esta hermosa profesión. Fue el tipo que me formó, tal cual un padre a un hijo, en la profesión y también en varios aspectos de la vida”, valoró Pablo Amiot Gaspio, otro de los periodistas deportivos que supo caminar junto a Edgardo Titarelli.

El director periodístico de FM Libre destacó su perfil de laburador incansable y apasionado: “Tita hizo la tira diaria informativa sin esquivarle el bulto, sin faltar un día. Más allá de la pasión que tenía por hablar de fútbol, él se sentía gratificado en todo el ritual de ir a la cancha, preparar los equipos. Él quería estar a primera hora para tener todo controlado, aunque faltara más de hora y media para el partido”.

Aseguró que con su andar y con su ejemplo nos dejó una enorme enseñanza: “Nos demostró que por el camino del trabajo es posible llegar a los objetivos. Él lo hizo, lo demostró, le puso el lomo y generó un producto que le dio a la radio y a su productora la posibilidad de crecer”.  

Sobre lo que representa su ausencia, Pablo Amiot Gaspio sostuvo que “nos dejó un luchador incansable, con aciertos y errores, pero con la honestidad, la responsabilidad y el compromiso como estandartes. Nos dejó un gran tipo. Un amigo, un padre, un hermano, un compañero de trabajo, un jefe, un líder. Un gran padre, un gran esposo, un enorme abuelo y, supongo también, un gran hermano y un gran hijo. A lo mejor suena exagerado, pero mi sensación es que mi profesión ya no será la misma sin él”.

 “Yo estoy feliz y orgulloso del viejo que tuve porque así me lo ha demostrado gente de todas partes del país, creo que eso expresa lo que ha sido mi viejo”, concluyó su hijo Alberto “Tato” Titarelli, quien se mostró enormemente agradecido por las muestras de afecto recibidas.