“Para mí el fútbol es todo, en mi casa se vive y se respira fútbol”

Así lo expresó Hugo Mattea (60) quién hace 29 años tiene su escuela de fútbol. “Fue lo más lindo que me paso porque me siento un docente de alma y es mi cable a tierra”, aseguró. Después de haber recorrido muchos clubes como jugador y DT, actualmente es director técnico del Club Atlético de Adelia María.

Por Candelaria Vidart

Su pasión por el fútbol nació cuando era un niño: “Ya hace tantos años, yo creo que nací con la pelota en la mano”, contó Mattea. Este vínculo con la redonda comenzó a los 8 años cuando empezó a jugar en los campeonatos de baby fútbol en Alejandro Roca para un equipo que se llamaba “Chacarita”. Hugo ayudó a su técnico a armarlo y fueron campeones. A los 10 años pasó a jugar en el equipo de la municipalidad de su pueblo con el que en 1972 se consagró campeón provincial. “Había excelentes jugadores, de ahí salieron muchos que después jugaron en primera como Daniel Chiaraviglio, Eduardo Arriola, Dante González, Carlos Olarán, Luis Celot, Carlos Viano, Juan Manavella, Néstor Grosso, Fernando Congestre y muchos más. Fue una niñez hermosa la que pasé, unos años maravillosos”, aseguró.

A los 15 años debutó en la primera división del Club Pabellón Argentino de Alejandro Roca y también gritó campeón. Como jugador recorrió muchos clubes: “Jugué en la reserva de Platense de Buenos Aires, en el Club Atlético Belgrano durante tres temporadas, en Alumni de Villa María hasta que me lesioné, en Unión San Vicente. Acá en Río Cuarto lo pude hacer después de la lesión en Atenas y terminé mi carrera entre los años 1989 y 1991 en Estudiantes de Río Cuarto, donde tuve la oportunidad de salir campeón de la Liga”, contó Mattea.

“Para mí el fútbol es todo, en mi casa se vive y se respira fútbol. En mi casa al fondo hay un monumento de una pelota que dice, gracias vieja, así que imagínate la locura que tiene esta familia por el fútbol”

Su trayectoria como entrenador

Como director técnico tuvo un gran paso por varios clubes, a sus 25 años cuando estaba en Belgrano y lo habían prestado a Alumni de Villa María, se lesiona y hace la recuperación en su pueblo, donde tuvo la posibilidad de dirigir en una dupla con Jorge Congestre en Pabellón Argentino durante un año y allí salieron campeones de la Liga de Fútbol de Canals.

“Cuando estaba en Estudiantes (31 años) hice el curso de director técnico. Eso me abrió la cabeza porque tuve la oportunidad de hacerlo con Juan José Irigoyen, el «Payo» Aimar, con el Bocadito Quiroga, con el profe Bustos, Aballay, Ferraresi, con un montón de gente de una sapiencia del fútbol y para mí era hermoso a esa edad empezar el curso y escucharlos”, aseguró el ex futbolista y director técnico. Según Mattea, esto le ayudo para saber qué es lo que quería hacer el día de mañana.

Después de eso, Juan Irigoyen que estaba en Estudiantes de Rio Cuarto, le permitió a Hugo ser su ayudante de campo. “Dirigí la cuarta división, fui ayudante de Juan allá por los años 1997 o 1998. Después también fui ayudante de Dante Mircoli”, contó. En el año 1995 formó una dupla con Diego Felicia, un amigo y quien también había dejado el fútbol. Juntos dirigieron Atlético Sampacho y salieron subcampeones de la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto. “En ese ínterin dirigí la Selección Sub-15 y Sub-17 de la Liga. Con la Sub-15 salimos campeones provinciales”.

Histórica y polémica final

Del año 2002 al 2006 Mattea dirigió el club Atlético Adelia María y recordó la final más histórica y polémica de la Liga Regional. “En 2004 salimos campeón de la Liga en esa recordada final con Independiente Dolores de 9 contra 11. Nos iban ganando 2 a 0 y quedaban 20 minutos de juego”. En ese momento el partido se suspende por incidentes y la “furia roja” de General Cabrera celebró el campeonato. Sin embargo, en la semana se resuelve que se debía jugar el tiempo restante. De esta manera, el domingo 12 de diciembre se reanuda la súper final y la historia tiene un giro inesperado: “Empatamos el partido y luego lo ganamos en los penales”, recordó Hugo Mattea, el DT del “Canalla”. También estuvo como director técnico en Lautaro Roncedo, en Estudiantes de Rio Cuarto en el ascenso del año 2008- 2009, dirigió en Atenas de Rio Cuarto, en Alberdi y también fue DT en uno de los equipos grandes de la provincia: Rancing de Córdoba.

“La verdad que fue extenso todo y disfrute mucho de esta pasión que es el fútbol, de jugarlo y de dirigirlo también, fueron experiencias hermosas. Yo soy un poco exigente conmigo mismo, en ese sentido lo disfrute mucho”

En el fútbol hay distintos momentos que el jugador o el entrenador viven a lo largo de su carrera y por lo general, los más lindos son los de gloria. “Gracias a Dios como jugador y como técnico me ha acompañado un poco la suerte o la exigencia mía de tratar de tener un convencimiento, de tratar de llegar lo más arriba siempre”, afirmó Hugo.

El pedido del Coco Basile

Uno de los malos momentos que le tocó vivir dentro del fútbol fue la lesión que sufrió en 1985 cuando fue a préstamo de Belgrano de Córdoba (campeonato provincial) y le desplazaron la rodilla, generándole una rotura de ligamentos. “Tuve una lesión muy grave, me operó el médico de Boca. Gracias al Loco Salinas que estaba ahí y había sido jugador de Boca, fue un momento duro”, recordó. También dijo que fue muy triste cuando quedaron eliminados por Estudiantes en los torneos nacionales que había antes. Recordó que el “Coco” Basile lo había pedido para Racing de Córdoba, pero “Belgrano no me cedió por ese Nacional. Fue triste porque después Racing hizo una buena campaña en un equipazo”.

Pionero en las escuelitas de fútbol

En 1992 junto con Diego Felicia abrieron las puertas de la escuela de fútbol “Claudio Marangoni”, la primera de Río Cuarto. “Estuvo dos o tres años, era una franquicia, después pasó a ser Imperio 5 y luego por distintas razones quedó a nombre mío”, aseguró Mattea. Cuando Marangoni decidió cerrar la franquicia en nuestra ciudad quiso llevarse a Hugo a Buenos Aires, pero junto con su mujer eligieron quedarse en Rio Cuarto y hacer de esta ciudad su lugar. Actualmente, la “Escuela de Fútbol Hugo Mattea” ya tiene 29 años como espacio formativo y recreativo para los más pequeños.

“Me alegra ver pasar a chicos por la escuela”, expresó Hugo. Cuando estuvo en Belgrano de Córdoba desde el 2013 al 2016, dirigiendo la cuarta de AFA, se encontraba con chicos que viajaban a estudiar a Córdoba y le preguntaban si se acordaba de ellos que habían pasado por su escuelita. “Por supuesto que uno tiene el recuerdo de cada uno, veía sus caritas y ya me daba cuenta quién era, más allá que pasaron una cantidad infinita de chicos, y la escuela es eso, es el fútbol, como dice el logo, es una excusa para ser feliz”, expresó.

La alegría de volver a dirigir

Después de haber pasado mucho tiempo sin estar en la cancha debido a la pandemia para Hugo Mattea fue una felicidad enorme poder volver a dirigir una práctica y compartir un lindo momento con los chicos. “Eso es un poco la alegría que se nos permite hoy y ojalá que esto siga, que se reinicie el fútbol porque hay mucha gente que depende de esto y por el bien de la Liga Regional de Rio Cuarto”, afirmó en diálogo con Canchita Chica.

La pandemia ha traído muchas complicaciones a la gente, a Hugo le toco vivirla en carne propia. “Yo contraje el virus, la verdad que la pase mal. Gracias a Dios hoy lo pedo contar. Espero que nadie tenga que pasar por lo mismo”, expresó. Por eso, hoy en el día a día está tratando de componerse desde lo físico y todo lo vivido con el virus. Esta situación le ha dejado una gran enseñanza: “No ser tan exigente conmigo mismo y también con las personas que tengo al lado, tanto en el club Atlético Adelia Maria como en la escuelita de fútbol”, contó Mattea.  

Siempre quiso hacer las cosas de la mejor manera, es una persona responsable y esta pandemia le enseñó que no todos tienen los mismos tiempos.

“Tengo que disfrutar un poco más, porque yo no puedo, soy una persona inquieta que no puede estar esperando que le pase la vida, siempre tengo un nuevo objetivo para cumplir, una ilusión”

Su objetivo es que su escuela siga creciendo y brindarles tranquilidad a los padres que confían en su capacidad como formador. “Ellos nos dan un tesoro y nosotros a ese tesoro lo vamos puliendo, le ponemos límites que hacen falta hoy, y tratar mediante una planificación que se lleva a cabo de marzo a noviembre de brindarles todo con cierta responsabilidad a los padres”, aseguró Mattea.

Sobre su rol actual en el Club Atlético Adelia María dijo que su principal anhelo es aportar toda la experiencia que ha cosechado todos estos años como jugador y como técnico. “Tengo un montón de gente al lado mío que está a la altura, llámese comisión directiva, esto de las tres partes es cierto, los cuerpos técnicos, jugadores, los auxiliares”, dijo y finalizó: “La verdad que voy a un lugar donde me siento cómodo, hay un montón de gente que tengo miedo de no nombrar, pero ellos saben quiénes son, los que están día a día conmigo”.