Luciano Torres: “En el paintball no hay distinciones ni de edad ni género, todos pueden jugarlo”

El paintball, deporte que llegó a Río Cuarto hace más de 15 años, es una de las disciplinas que de a poco se fue modificando y puliendo algunos detalles hasta convertirse en una actividad integradora y divertida.

Por Alejo Villagra

Considerado uno de los deportes más tácticos y estratégicos del mundo, el paintball tiene sus orígenes en Estados Unidos, a fines de la década del 70. Si bien las reglas se han ido modificando a lo largo del tiempo, la idea básica siempre fue la misma: los participantes, ya sea que se juegue de manera individual o grupal, disparan bolas de pintura contra los integrantes del equipo rival, que van siendo eliminados hasta acabar el juego.

Si bien el paintball llegó a Río Cuarto hace más de 15 años, comenzó a ganar reconocimiento en el último tiempo, ya que con la creación de múltiples pistas y el alquiler de las mismas para todas las personas hizo que mucha gente se acercara a jugar con amigos. “Hace más de 15 años que el Paintball llegó a Río Cuarto. Es un deporte que pasó desapercibido por muchos años, pero de a poco fue tomando color y lugar en el ambiente de los deportes locales. Durante mucho tiempo, la gente lo practicaba por diversión hasta que comenzaron a formarse equipos para entrenar y competir a nivel local, nacional e internacional”, dijo Luciano Torres, jugador riocuartense de paintball, en diálogo con Canchita Chica.

Torres reconoce que es un deporte extremo y que requiere de ciertos cuidados para evitar lesiones o golpes, pero advierte, que es uno de los deportes más seguros:

“Es un deporte de riesgo como cualquier otro, pero estadísticamente hablando, en el paintball, del 100% de los jugadores solo el 3% de ellos tiene lesiones o golpes, y la mayoría ocurre por negligencia del jugador. Para mí, es más seguro que jugar al rugby o al básquet” 

Entre los elementos básicos para jugar al paintball están la máscara y la marcadora (arma), que cuenta con una garrafa de dióxido de carbono y un cargador, donde van ubicadas las bolitas de pintura que son llamadas “petells”.

“Hay diferentes tipos marcadoras en el paintball: la básica (comúnmente llamada mecánica), que funcionan con la garrafa de dióxido de carbono, que es lo que genera la presión para que la bolita sea expulsada. Por otro lado están las electrónicas, que son más profesionales y se utilizan en el alto rendimiento deportivo. Estas funcionan con baterías internas, que tienen aire HPA, reguladores, placas de memoria y gatillos electrónicos”, eplicó el jugador de Ghost Paintball Río Cuarto. 

Entre los torneos más conocidos en el ámbito del paintball están, por el lado provincial, los organizados por la Asociación Cordobesa de Paintball (ACP) y, en el terreno internacional, el Latin Pro Series (máximo torneo latinoamericano). Estas competencias mencionadas son de la modalidad “speed”, llamada así por la rapidez del juego y por la técnica que se emplea. Entre otras modalidades de juego, está la “recball”, que se compite como en una especie de batalla militar, con dos bandos y con marcadoras similares a armas de combate real.

La aparición de agrupaciones o asociaciones de paintball han sido una costumbre en los últimos años, ya que el número de jugadores y de personas interesadas en el deporte ha aumentado de manera considerable. Pese a la rivalidad en los torneos o encuentros, las agrupaciones argentinas de paintball son muy unidas y trabajan en conjunto para el crecimiento del deporte.

“Las agrupaciones de este hermoso deporte son unidas y con mucho contacto entre ellas y más aún entre las interiores del país. Lo bueno de esto es que, gracias a la unión podemos organizar torneos con muy buen nivel de jugadores y con mucha convocatoria nacional e internacional”

En Río Cuarto son muchas las personas que junto a un grupo de amigos suelen alquilar las distintas pistas que hay en la ciudad y en ellas se pasan los días jugando y divirtiéndose con el paintball. Pese a ser considerado como un deporte peligroso y extremo, los propios jugadores se encargan de invitar a todas las personas que deseen jugar a hacerlo, ya que es uno de los deportes más seguros (por su equipamiento y códigos entre los jugadores) y además por su valor social, ya que no tiene distinciones.

“El paintball es un deporte que se ha ido puliendo y modificando de modo tal que hasta un niño de 5 años ya puede practicarlo, ya sea por diversión o por competencia. No hay edad límite ni sexo que te impida jugar, hay personas de 60 años que lo hacen a la par de una de 20 o 30 como si nada, y eso es lo maravilloso que tiene este deporte”, concluyó Torres.