Levalle vivió su jornada histórica: el básquet dijo presente con la Superliga

Con una jornada cargada de emoción y sentido de pertenencia, Levalle fue sede por primera vez de una fecha de la Superliga de Básquet de Río Cuarto. El esfuerzo de un grupo de amigos se transformó en un hecho histórico.

Nota DEPOR HOY – Por Federico Esmael Illa

Ya pasó un mes de un hecho que quedará marcado para siempre en la historia del deporte de Levalle. Por primera vez, el básquet tuvo su fecha de Superliga en el pueblo. No fue un simple partido: fue el cumplimiento de un sueño gestado desde el playón, entre amigos, a pulmón, y con mucho amor por un deporte que en esa localidad no era vistoso.

Facundo Romero, referente del equipo de Levalle, lo resumió así: “Creo que es algo histórico, algo muy emocionante para nuestro básquet, que es muy de abajo”. Y no exagera. Para que la jornada se concretara, primero tuvieron que gestionar con el municipio, organizar tribunas, preparar el salón del Club Estudiantes y movilizar a un pueblo entero.

“Nos juntamos en un playón a jugar y bueno, surgió todo esto”, contó Romero, con emoción. “Después se planteó la Superliga, algo que en nuestro pueblo no existía, era fútbol y nada más. Es muy raro lo que está pasando, por eso es tan indispensable para nosotros”.

Aquella jornada de domingo fue especial. Se abrió temprano el club, se ubicaron las tribunas y hasta hubo cantina con hamburguesas, choris, panchos y tortitas materas. La idea fue clara: que el que viniera se sintiera como en casa. “La cantina fue lo primero que se habló. Todo pensado para que sea una linda experiencia y que la gente disfrute del básquet”, comentó Facundo.

El evento dejó algo profundo: por fin, las familias del equipo pudieron verlos jugar en casa. “Siempre nos queda lejos para que venga nuestra gente, pero ahora fue todo diferente. Todo ese trabajo de más de dos años se pudo mostrar”, explicó.

Levalle hoy tiene una escuelita con cerca de 50 chicos y chicas que entrenan semanalmente. “La idea siempre fue formar a los más chicos. Lo poco que sabemos se lo vamos enseñando. Es para el futuro de ellos. Primero apuntamos a eso, y después viene todo lo demás”, dijo Romero.

El apoyo del municipio fue clave y no solo en lo operativo. “Es muy importante sacar a los chicos del mundo virtual, de la calle. Que se diviertan con una pelota de básquet. Eso es lo que por ahí a nosotros nos faltó de chicos. En el pueblo nunca hubo. La mayoría lo agarró de grande. Por eso es tan importante esto que estamos haciendo”, reflexionó.

En cuanto a lo deportivo, el equipo busca seguir creciendo. “Ya conseguimos un gran triunfo. Después tuvimos partidos más complicados, con lesiones que se sienten. Pero lo importante es que ya hay tres o cuatro chicos que entrenan con el grupo mayor. Eso es lo que buscamos. Paso a paso, escalón por escalón”, resumió Facundo.

El básquet en Levalle dejó de ser una rareza. Ahora es presente, es familia, es futuro. Y si algo dejó claro aquel domingo inolvidable, es que cuando un pueblo empuja, los sueños se hacen realidad.