Canchita Chica

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MEDIO DEPORTIVO

27 julio, 2024

Lautaro González, el niño que la rompe jugando a las bochas

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A los 9 años Lautaro González empezó a jugar a las bochas, con apenas 12 consiguió coronarse campeón provincial y ya participó en torneos nacionales. Tras un año sin actividades por la pandemia, el pequeño crack de Carnerillo espera poder volver a las canchas para seguir haciendo historia.

En un deporte que en nuestro país se lo asocia con la tercera edad, el pequeño Lautaro González demuestra que los niños también lo eligen y disfrutan de este deporte tan apasionado y que puede generar los desafíos más intensos.

A los 9 años Lautaro pisó por primera vez una cancha de bocha y desde entonces nunca más dejó de jugar. Ni la atracción o el interés social que despierta el fútbol, entre otras disciplinas, pudieron echar por tierra la pasión que el niño siente por este deporte tradicional, barrial y popular en nuestro país.

El actual campeón provincial de bochas y de gran futuro contó que empezó a jugar de casualidad: “Me invitó mi vecino y fui”, expresó Lautaro González (13 años) en diálogo con Canchita Chica. Algunos dirán que es pura casualidad, otros que es cosa del destino y también aquellos que considerarán que se trata de elecciones. Lo cierto es que su vecino es Rubén Mercado, el entrenador y responsable de sostener esta actividad en la Escuela Municipal de Bochas de Carnerillo.

Con el objetivo de fomentar y sostener la práctica de este deporte, desde marzo de 2017 la localidad de Carnerillo puso en marcha la Escuela Municipal de Bochas, un espacio para que los más pequeños puedan aprender a jugar a las bochas, hacer amistades y entretenerse. Actualmente la misma cuenta con la participación de unos 15 chicos que dos veces por semana concurren a las canchas del club Santa Paula. Claro que por el contexto actual de pandemia las actividades están suspendidas.

El entrenador Rubén Mercado aseguró que en la escuela hay chicos con un gran futuro, entre ellos, remarcó el crecimiento que ha tenido Lautaro González. “Es un muy buen bochador y mejoró muchísimo la arrimada. Es un chico con un gran futuro”, afirmó.

En este sentido, comentó que Lautaro junto a sus compañeros Joaquín Magallanes y Ferreyra ha tenido un gran desempeño en los últimos años.

En su primer año de competencia, Lautaro Martínez participó en torneos regionales, al siguiente fue subcampeón provincial y en 2019 junto a Joaquín Magallanes logró el Campeonato Provincial Sub-12 diputado en la localidad de Colonia Caroya. Durante ese año los pequeños bochófilos también tuvieron sus primeras experiencias en el Campeonato Nacional (Santiago del Estero), representando a su querido Carnerillo y a toda la provincia de Córdoba.

En diálogo con Canchita Chica, Rufino González, padre del pequeño que la rompe jugando a las bochas en Carnerillo, aseguró que, a diferencia de muchos chicos, “a Lautaro le gusta más jugar a las bochas que a la pelota”. Esta definición de su papá define claramente la pasión que el niño siente por este tradicional y popular deporte en Argentina.

Arrimar la bocha

Mientras espera ansioso por el regreso a las canchas, Lautaro remarcó que una de las cosas más lindas que tiene este deporte es la posibilidad de compartir un lindo momento con otros compañeros.

Su entrenador Rubén Mercado dijo que en la Escuela Municipal de Bochas lo que más se valora es la calidad humana que hay dentro y las amistades que se forman entre cada uno de los integrantes. Manifestó que está muy contento con todo lo que se viene haciendo en la institución y el apoyo que reciben tanto del Municipio como de los vecinos de Carnerillo.

“Estoy muy agradecido a los chicos por las alegrías que me han dado y por sobre todas las cosas, ese vínculo de amistad que se genera con los niños”, valoró el máximo protagonista de este espacio de formación y práctica deportiva de Carnerillo.

Por último, Mercado reflexionó acerca de la relación entre este deporte y los más chicos. En este punto consideró que hay muchos niños y jóvenes que les gusta jugar a las bochas, pero no lo hacen porque no hay el suficiente empuje de las asociaciones para acercarlos a las instituciones y de esta manera potenciar la práctica de las bochas en nuestro país.

Quizá entre el juego amateur y la destreza profesional de las bochas se encuentre esa bisagra que permitirá que los jóvenes compartan con sus abuelos una propuesta deportiva y recreativa. Será cuestión de ir arrimando la bocha.

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