Canchita Chica

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MEDIO DEPORTIVO

27 julio, 2024

La pasión al límite

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La violencia en el fútbol es una problemática compleja y amplia cuya expansión preocupa y las medidas de prevención son escasas. ¿Cuál es el abordaje del hecho en las ligas de interior del país?

Por Manuela Gómez – Fotos Manuela Gómez y Román Gregorio Alustiza

El 19 de agosto la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) suspendió las parcialidades visitantes en las ligas de fútbol del interior de la provincia de Buenos Aires. Fue como respuesta a una serie de hechos de violencia registrados en el último tiempo. A través de un comunicado, el organismo que conduce Eduardo Aparicio informó a las respectivas ligas la resolución que tomó el Ministro de Seguridad y que avaló la Asociación de Fútbol Argentino. Después del fallo de la agencia, varias ligas del interior suspendieron la fecha prevista porque suponía una gran pérdida económica.

Los diputados Valentín Miranda y Emiliano Balbin del Bloque Juntos por el Cambio presentaron en la Cámara un proyecto para que la Aprevide revea y revierta la decisión de no permitir la concurrencia del público visitante en los torneos de fútbol de las ligas del interior. Miranda explicó que no se trata de un proyecto de ley, sino una forma de manifestarse como legisladores y hacer visibles cuestiones que creen que están mal y hay que cambiar.

“Entendíamos que era una medida que desconocía la realidad del interior provincial. Ponía en una misma bolsa al Gran Buenos Aires y al interior, desconociendo cómo se vive el fútbol del interior donde muchas veces se va a la cancha con familia, con amigos y no hay hechos de violencia generalizados. Puede haber algunos puntuales, pero no en términos generales”, describió el diputado Miranda.

Los diputados también entendían que se trataba de un daño muy grande a los clubes del interior que pasan por situaciones económicas difíciles y a veces, sostienen: “La entrada del público visitante termina permitiéndoles sobrevivir en un momento económico muy crítico”.

“La realidad es que no son hechos generalizados de manera tal que permitan tomar una decisión como la que tomó en una primera instancia la Aprevide. No se justifica que prohíban todo el público visitante por algunos hechos aislados para los cuales hay que seguir trabajando para evitarlos. Mientras sucedan hay que condenarlos. Hay que trabajar en la prevención y en la concientización”, explicó Miranda.

Luego Aprevide revirtió la medida, pero prohibió el ingreso a las canchas con termos, no permite vender bebidas con hielo, no permite llevar radio y tampoco el ingreso de vehículos.

Román Gregorio Alustiza, comentarista del programa de radio “Ovación” compartió en Facebook una imagen cuando se reanudó el torneo en la Liga de Fútbol de General Villegas, que se había suspendido por la medida que tomó la Aprevide. En la descripción de la imagen Alustiza escribió: “Una postal de Juventud Unida 1-Santa Rita 1. Para Aprevide seguramente estos juguetes son todos proyectiles…”

Daniel Cuello, el presidente de la Liga de Fútbol de General Villegas dijo: “Pusieron a todas las ligas en la misma bolsa. Nosotros acá no habíamos tenido actos de violencia de hinchas como en otro lado. En Luján y Escobar hubo hechos de violencia más graves. Para mí la Aprevide midió a todos por igual y no fue justo”. Cuello es presidente de la liga desde el 2019 pero empezó a trabajar allí en el año 1987, aseguró que todos los años hay hechos de violencia, pero no son generalizados. Por eso la medida de la agencia no fue correcta.

De la misma manera, su par de la Liga del Oeste; Guillermo Santos describió: “Era una medida que no tiene ningún tipo de sentido. Se toma desde grandes centros urbanos que no tienen nada que ver con las ligas del interior. En nuestras localidades de pocos habitantes es muy fácil identificar a los violentos y aplicar penas como el derecho de admisión. En las localidades de interior no podemos resignar a que el público visitante vaya porque no es un problema generalizado, es focalizado”

Sin embargo, Santos describió como “hostil” el clima en las canchas. Aseguró que el nivel de conflictividad y violencia es grande.  Dijo: “Si bien en estos momentos es verbal, uno nunca está exento de que se agrave”. Además, expuso que son criticados por la dureza de sus fallos, pero están convencidos de que es la única forma porque no hay justificación para la violencia. “El fútbol tiene que empezar a mirar a otros deportes como el hockey, el rugby. Acá parece que como el fútbol es una pasión popular se puede hacer cualquier cosa y no es así”, manifestó Santos.

La violencia que se vive en las canchas de fútbol es un hecho complejo que tiene detrás múltiples aspectos para analizar. Para comprender el clima de violencia que se vivencia en las canchas de fútbol es necesario entender lo que sucede sociológica y psicológicamente.

Valentina Ternengo es una psicóloga deportiva que trabaja en el club Lautaro Roncedo de Alcira Gigena. También juega al hockey en Urú Curé, institución en la que coordina un gabinete interdisciplinario que aborda temáticas desde lo emocional y grupal en un contexto deportivo. “En el fútbol de nuestro país creo que la causa o motivos por los que suceden los hechos de violencia es que este país es muy pasional en cuanto a lo futbolístico y en cuanto a las polarizaciones, como River-Boca”, describió Ternengo y aseguró que ese posicionamiento en un punto no permite compartir o sentir algo positivo por el otro.

Pablo Alabarces es un sociólogo argentino que explicó que detrás de los hechos violentos en el fútbol hay una lógica moral masculina bajo la cual pelearse por defender la camiseta está bien. “Cierto contexto en el cual está en juego la honra del equipo y de los colores que defiende, pelearse es obligatorio, no es una opción” dijo y afirmó que bajo esa lógica los actores no son racionales. “Dentro de la cancha el deporte genera una activación a nivel emocional y neuronal que despierta cuestiones muy primitivas como la defensa de la integridad o sentir que podés estar en riesgo entonces surge el defenderse o atacar al otro” aclaró la psicóloga y explicó que la misma adrenalina hace que para el jugador sea muy difícil controlar las emociones.

Alabarces aseguró que nuestro país es una “cultura futbolística hoy dominada por la retórica del aguante, la pasión y los huevos”. El sociólogo dijo que la violencia es un fenómeno complejo y que en el fútbol tiene particularidades que la hacen especial. “No es posible comparar la violencia futbolística con la violencia social o ciudadana” expuso y agregó que el fútbol es un espacio de mucha visibilidad que tiene de por medio un contrato afectivo entre las personas y aquello por lo que hinchan. “Es mucho más raro encontrar fenómenos de violencia en espectáculos internacionales que en espectáculos locales porque el contrato afectivo entre los hinchas y su club es mucho más fuerte e intenso que el que establecen con las selecciones nacionales”, describió Alabarces.

Fuera del campo de juego, la psicóloga aseguró que la arenga de la hinchada, lo que gritan a los jugadores o al árbitro va generando que un partido se complique a nivel violencia dentro de la cancha. “Fuera de la cancha, pensando desde la sociología de las masas; pensar que cuando uno hace algo es como el efecto contagio: todos entramos en lo mismo. En muchos casos es algo que se desencadena, de un insulto a otro. Es muy difícil manejar las masas” explicó y agregó: “Hablamos del fútbol y lo último que estoy mencionando es la pelota, tristemente”

Sobre la erradicación de la violencia en el fútbol, Ternengo dijo que cree que en nuestro país es muy difícil porque las personas van a la cancha a canalizar todas sus agresiones e impulsos más agresivos. “La cancha es un punto de encuentro para descargar todo eso”, expuso.

Respecto del papel de un psicólogo en los clubes, puntualizó: “Los clubes tienen que considerar que es una figura tan fundamental como el entrenador, el preparador físico, el nutricionista o kinesiólogo”. También especificó que se pueden hacer talleres de prevención, se pueden trabajar aspectos emocionales con los jugadores para llevarlos a la regulación emocional.  Para ella es muy importante darles una formación a los entrenadores porque son referentes. “Lo ideal como preventivo es empezar a trabajar desde las categorías infantiles y juveniles, pero no solamente con los niños. Con los entrenadores más que nada. Formarlos y capacitarlos con herramientas, formas e información”, dijo. Sobre el mismo eje, el sociólogo Alabarces explicó que “la violencia se puede evitar sabiendo de qué se trata”

A su vez, Ternengo dijo que es muy importante trabajar con las familias para instruir los valores que el deporte o el club quieren. Explicó que no es sencillo porque cada familia es un mundo y es más difícil que llegue el mensaje. Sin embargo, es más fuerte trabajar desde adentro del club. La psicóloga dijo estar de acuerdo con la medida de suspender las parcialidades visitantes como modo sancionatorio. Y explicó que dentro de los clubes se puede trabajar también en medidas para la prevención de los actos violentos.

Del amor al odio

En el estadio de Ingeniero White de Banderalo, por la segunda fecha del torneo clausura de la Liga de Fútbol de General Villegas el rojo recibió la visita del Club Atlético Villegas.

Mientras se jugaba el partido de tercera división, entraron al vestuario los jugadores de primera. Durante el trayecto, los de Atlético atravesaron la hinchada del rojo que, insólitamente esbozaba gritos de aliento para Lucas Solari, el 7 de Atlético. “El colibrí” hizo la pretemporada 2020 con el equipo de Banderalo pero por la pandemia de Coronavirus no llegó a disputar ni un partido con el rojo. “Vamos Luquitas”, “Luquitas tenés que volver a jugar con nosotros”, “Luquitas nosotros te trajimos a la Liga, tenés que venir con nosotros”, muchas muestras de cariño hacia el jugador.

Promediando el segundo tiempo del partido de primera división, en una jugada Solari se interpuso en un tiro libre que Ingeniero quería jugar rápido y forcejeó con un jugador del rojo. Acto seguido, los mismos que cuando llegó lo llenaron de elogios comenzaron a gritarle todo lo que uno se puede imaginar. Entre ellos, el parrillero del club que se acercó al alambrado con el fierro de asustar el fuego en la mano. Ya no eran invitaciones para volver a vestir la camiseta roja, sino frases como: “Traidor”, “Te vamos a matar”, “No pises más por acá”, “Qué haces cobarde, cagón”. En tan sólo 60 minutos, del amor al odio.

Peludo en llamas

En el año 1975 el Club Atlético Villegas vivió una sequía de títulos similar a la actual del Club Atlético River Plate. Desde 1959 no salía campeón. En el 75 puso toda la carne en el asador y contrató jugadores de alto nivel y se deshizo de otros que no jugaban tan bien.

Ese año la Academia logró un título inolvidable porque fue en carácter de invicto. En la última fecha recibía en su cancha a su eterno rival, el Club Eclipse Villegas.

Alfredo “el negro” Pombo es un artesano de la chapa y la pintura en Villegas, barra brava de Atlético. En el año 75 Pombo construyó un peludo para rememorar “el peludo” que su equipo les daba a todos sus rivales. Consiguió un auto BMW Isetta 300 que tenía tres ruedas y lo tuneó con alambre y cartón. Después lo pintó con los colores azul y blanco característicos del león.

Las dos semanas previas al partido contra la Maquinita, Pombo anduvo en el Isetta por toda la ciudad de General Villegas. El día del clásico el peludo ingresó a la cancha por un portón lateral y atrás lo siguieron todas las mascotas y el equipo. En el primer tiempo Eclipse le ganaba 3 a 0 al local. Para el segundo tiempo era una utopía que Atlético conservara el invicto del año. Pero en los últimos 15 minutos del partido la Academia empató y logró un heroico 3 a 3. Conservó su racha invicta y se consagró campeón.

Cuando terminó el partido arrancó una multitudinaria caravana con el peludo de Pombo adelante. Todos los camiones, colectivos y coches con la gente se fueron hasta el restaurante que estaba en la ruta llamado “el Dorado Centro”. Pombo estacionó el Isetta en la calle Moreno frente a la sede del club y se fue hasta el restaurante para seguir el festejo. Cuando volvieron, encontraron al peludo volcado y prendido fuego. En esa época no había cámaras, pero hay testigos que identificaron a hinchas de Eclipse dando vuelta y quemando el auto. Ese fue el final del torneo. Y también del peludo.

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