Gonzalo Gómez: “Desde siempre me gustaron todos los deportes”

Gonzalo Gómez forma parte del staff de profesores del Centro de Alto Rendimiento Saludable. Con trayectoria en escuelas formativas de fútbol y como preparador físico, el profesor de educación física dialogó sobre su recorrido y vínculo con el deporte.

Por Aixa Contrera

Su primer vínculo con el deporte fue el fútbol. En Comodoro Rivadavia, Chubut, transitó la niñez y adolescencia jugando al deporte que afirma es “uno de los más lindos que hay”. Gonzalo Gómez dejó el fútbol de liga cuando se mudó a Río Cuarto a estudiar, pero el vínculo con el deporte se trasladó junto a él los más de 1500 km que separan a las dos ciudades argentinas.

La primera opción de estudio fue comunicación social. En la valija, casi escondido, había quedado guardado el vínculo con el deporte. La carrera de comunicación no logró encantar a Gonzalo, que al año siguiente comenzó educación física y encontró allí la fusión entre una profesión y una pasión, el deporte.

CC: ¿Qué te llevó a estudiar educación física?

GG: No hay un porqué empecé la carrera, estaba desorientado y justo mi hermana empezaba a estudiar. Arranqué con ella y desde el primer momento me gustó, porque siempre me gustaron todos los deportes, y la pude terminar.

La carrera le permitió a Gonzalo retomar el lazo con la actividad física. Los fines de semana de jugar al fútbol en su ciudad natal se convirtieron, en Río Cuarto, en fines de semana de dirigir.

¿Qué hay detrás de un o una futbolista? Es posible afirmar que detrás hubo un “profe” de categoría formativa que acompañó en los primeros pasos. Que enseñó no solo a jugar sino también sobre valores. Gómez fue uno de ellos. Inició su trayectoria profesional como entrenador de categorías formativas en La Escuelita y en la Escuela de Fútbol Pablo Aimar. Acompañó y guió a cientos de niños en su primera incursión en el fútbol.

Después de años de trabajo en escuelitas de fútbol infantil Gonzalo se decidió por ocupar otro rol en el borde de cancha. Fue preparador físico del plantel de primera y reserva de Universidad Nacional de Río Cuarto. “Siempre me gustó mucho lo que era preparación física. Estuve un año como ayudante del preparador físico y después fui dos años el preparador físico principal”, recordó.

El paso de trabajar con niños a hacerlo con jóvenes y adultos fue para Gonzalo un desafío. El profesor destacó que el rol implica ponerse de acuerdo en conjunto con el resto del cuerpo técnico y también saber manejar un grupo numeroso de jugadores. Sin embargo, Gonzalo afrontó el desafío y afirmó que en el conjunto “académico” aprendió las herramientas necesarias para poder desempeñar ese rol en un cuerpo técnico.

CC: ¿Qué te dejó la experiencia como preparador físico?

GG: Fue una experiencia increíble, muy buena. Lo que más me dejó es el vínculo con el equipo y el cuerpo técnico. Y como aprendizajes me dejó el saber trabajar con muchas personas y el tener en cuenta situaciones y contextos de los jugadores, que van por fuera de mi trabajo, pero que hay que considerarlas a la hora de trabajar en su rendimiento.

En la actualidad, Gonzalo es parte del staff de profesores del Centro de Alto Rendimiento Saludable (C.A.R.S). Por la mañana se encuentra en la sede céntrica de la institución y por la tarde en la sede ubicada en el barrio Golf.

CC: ¿Qué significa en lo personal tu trabajo en C.A.R.S.?

GG: Trabajar en gimnasio es lo que más me gusta además de ser preparador físico, además vienen muchos deportistas así que un poco se complementa. Además, acá pude trabajar lo que es rehabilitación y ver el progreso de esa persona que viene a rehabilitarse es muy satisfactorio.

Un cable a tierra

El deporte, especialmente el fútbol, aparece como una constante en la vida de Gonzalo. Alejado de las canchas como profesional del deporte, el fútbol es ahora en su vida uno de sus “cable a tierra”.

“Ahora de grande lo practico como un hobby, juego en la Liga de Profesionales y es lo que más me ayuda a despejar la mente y bajar un cambio”, expresó Gomez sobre el lugar que tiene el fútbol en su vida personal.

Las reuniones en familia o con amigos, pasear y viajar son los otros pasatiempos que Gonzalo disfruta cuando no habita el trabajo o la cancha. Fuera de estos dos espacios el tiempo pasa más lento y Gonzalo se detiene a vivir el día a día. “Parece filosófico, pero es el hoy en el cual estás y hay que aprovecharlo sin pensar en lo que pueda pasar. Me gusta vivir el día a día, sin ponerme objetivos a corto plazo”, concluyó Gonzalo Gómez.