El legado de “Cato” Rivarola: vocación y pasión por la radio
Sin título académico, pero con la sapiencia que te da la calle, curiosidad y una enorme vocación por informar, Héctor “Cato” Rivarola fue un periodista y personaje de Alcira Gigena que dejó una huella imborrable en la comunidad. Con grabador en mano recorrió durante más de tres décadas las canchas de la región.
Desde aquellas anécdotas increíbles en donde siendo mozo entrevistó al gobernador Eduardo Angeloz, sus ocurrentes salidas desde el móvil radial, el programa de música popular que se transformó en un clásico de la radiofonía local, hasta sus inigualables participaciones como relator o comentarista en las transmisiones de fútbol lo convirtieron en un verdadero personaje de Alcira Gigena.
A pocos días de cumplirse tres años de su partida, desde Canchita Chica consideramos que la única muerte es el olvido y por eso recordamos a Héctor “Cato” Rivarola, un tipo simple, humilde, respetuoso que abrazó su vocación por el periodismo, y a fuerza de compromiso y mucha pasión se transformó en un referente de la información y también en una persona muy querida en la localidad.
Héctor Rivarola fue uno de los fundadores de Radio Alcira Gigena (1986) y desde ese momento su vínculo con la información y por estar en el lugar de los hechos fue algo que lo acompañó durante toda su vida.
Durante las mañanas hacía de movilero recorriendo las calles de la localidad, entrevistando a los protagonistas, visitando las diferentes instituciones. Claro que el periodismo no era su única y principal actividad, asique se las ingeniaba para hacer radio mientras continuaba con su emprendimiento gastronómico en la sede del club.
En 1987 comenzó con “Chispitas cordobesas”, un programa de música popular (cuartetero) que se transformó en un clásico de la radiofonía local. Además, era uno de los integrantes de equipo de periodismo deportivo que realizaba las transmisiones de los partidos de fútbol, en donde se desempeñaba como relator o comentarista.
“Mi viejo vivía para la radio, él siempre andaba con el grabador para todos lados y nosotros nos criamos con eso”, contó Ezequiel Rivarola, uno de sus cinco hijos, quien sigue los pasos de su padre en Radio Alcira Gigena.
El periodista Flavio Barolo, quien compartió momentos de radio con “Cato”, lo definió como “un tipo muy cercano a las instituciones, con más de 30 años recorriendo las canchas de la región. Sin dudas, un referente y palabra autorizada. Muy perspicaz para la noticia. Hacía notas muy picarescas y tenía mucha llegada a los jugadores. Era un periodista sin preparación académica, pero con mucha calle y conocía como nadie la idiosincrasia de Alcira Gigena”.
Claudio Galfione, actual director de la radio y compañero de tareas Cato Rivarola valoró la pasión que él tenía por informar. “Muchas cosas que sé las aprendí de él. Para nosotros ha sido un emblema. No tenía el título universitario, pero tenía todo el conocimiento que te da la calle. A él le daba lo mismo hacerle una nota a Bilardo o Maradona -como ocurrió una vez en Córdoba- que hacerle a un paisano que bajaba de las sierras a vender yuyitos. Para él todo valía y la gente le perdonaba todo (exabruptos, errores al hablar, etc.). Era un tipo con mucha humildad, simpleza y para quien la información era lo principal. Siempre era el primero en estar en el lugar porque para él conseguir la nota era su prioridad y siempre logró el objetivo. Todo el mundo lo atendía”, describió Galfione.
El reconocido relator gigenense Néstor Cenci, uno de sus colegas en los inicios de la radio, lo recuerda con mucho cariño y simpatía. “Fue un personaje único e irrepetible, que tenía toda la cultura de la calle y de la noche, mucha chispa para la contestación y que en sus ocurrentes salidas radiales siempre despertaba una sonrisa. Tenía una enorme vocación por la radio”, expresó.
También sostuvo que era una persona muy curiosa: “Quería tener la información, pero además le gustaba estar en primera plana. A él le gustaba que quedara la evidencia de haber estado en ese lugar cubriendo la noticia”, agregó.
En este aspecto, Claudio Galfiore recordó que el “Cato” apareció en una tapa de la revista Gente, detrás de Macarrón cuando cubría el caso por la muerte de Nora Dalmasso en Río Cuarto. Flavio Barolo contó que también aparece en un video que registra la salida de Diego Maradona cuando jugó un partido en Córdoba con la camiseta del Sevilla. Muestras que definen su compromiso con la información y su afán por mostrarse en los acontecimientos importantes.
El mozo que entrevistó al gobernador
Durante un tiempo estuvo trabajando en el rubro gastronómico en Córdoba y pese a la distancia seguía vinculado a la radio de su localidad.
Tal es así que “en un evento donde él estaba de mozo sacó el grabador de su camisa, le hizo una nota al gobernador Eduardo Angeloz y después se la pasó a la gente de la radio”, recordó su hijo Ezequiel en diálogo con Canchita Chica.
Ese curioso hecho es sin dudas es una de las anécdotas más recordadas ya que su acción fue reflejada al día siguiente en una nota en el diario La Voz del Interior.
“Él estaba formando una fila con todos los mozos que recibían al gobernador y se acomodó al final de la misma. Cuando Angeloz pasó frente a él, sacó su grabador y empezó a hacerle una nota. Imaginate el lío que generó en la seguridad del evento. No dejaban entrar a la prensa y él que estaba como mozo le empezó a hacer una nota. Sorprendido por lo que estaba pasando, Eduardo Angeloz (gobernador de aquellos años) lo abrazó y caminaron juntos mientras él hacía la nota”, relató entre risas su compañero Néstor Cenci.
“Esa vocación que el sentía es la que abrazamos todos los que estamos en la radio. Fue un personaje muy querido y que quedará marcado a fuego”, afirmó Cenci.
Otra de las anécdotas tiene como escenario al estadio Antonio Candini de nuestra ciudad, en un partido que jugaron Roncedo, club de sus amores, frente a Estudiantes. En el entretiempo el “Cato” no pudo aguantar la curiosidad y se puso a espiar para escuchar la charla del DT del Celeste, lo cual generó mucha bronca en el entrenador, quien lo increpó, pero el “Cato” no se dio por aludido. “Su curiosidad hacía que él se ubicara en lugares en donde nosotros jamás nos animábamos porque era como violar la intimidad de los planteles”, dijo Néstor Cenci.
A pesar de que su vocación por la información y el periodismo no eran sinónimo de una mejor situación económica, el “Cato” nunca renegó de su vocación, siguió adelante y siempre tratando de darle lo mejor a sus cinco hijos. “Siempre nos brindó la posibilidad de estudiar”, destacó Ezequiel, y agregó: Lo que siempre admiré de él es que lo hacía por placer, porque era lo que más le gustaba”.
Cuando ya estaba jubilado, sus hijos se habían independizado y disfrutaba de la compañía de su mujer y de sus primeros nietos, Héctor Rivarola falleció a los 60 años, Fue el 24 de diciembre de 2017 tras luchar contra el cáncer de páncreas.
El “Cato” se fue físicamente, pero vivirá por siempre en la memoria colectiva de los gigenenses como aquel personaje que alegraba las tardes con su programa de radio, sus ocurrencias y relatos radiales, y su amor por Roncedo.