Cuando el fútbol es mucho más que correr detrás de una pelota

La Escuela de Fútbol “Federico Funes” reúne a cientos de chicos, niñas y jóvenes con un objetivo principal: la formación humana.  Tras un complicado 2020 debido la pandemia por Covid-19, la entidad volvió a abrir sus puertas y recibe a personas de todas las edades.

Por Alejo Villagra

“El primer amor nunca se olvida…”. Este dicho describe a la perfección la relación de Federico Funes, exfutbolista de extensa trayectoria en la Liga Regional de Río Cuarto, con el fútbol.  Desde su retiro de la práctica profesional, allá por mediados de 2019, el talentoso mediocampista siempre tuvo en mente seguir ligado al fútbol. Como la idea de ser DT en un club era muy lejana se inclinó por comenzar a entrenar a niños. Arrancó en el club San Cayetano, en donde hizo sus primeras armas, luego pasó a Banda Norte hasta que surgió la idea de formar su propia escuela.

Acompañado por cuatro profesores y profesoras que se fueron sumando a lo largo de este tiempo, Federico ya lleva varios años trabajando en su propio proyecto. “Llevamos tres hermosos años de trabajo. Nuestro principal objetivo es fortalecer lo humano en los niños, tratando que ellos se diviertan jugando al fútbol sin dejar de lado la formación técnica del jugador”, contó el propio Federico.

Desde su inicio, la escuela buscó forjar lazos entre los niños de la ciudad mediante encuentros de fútbol, ya que varios de los chicos y chicas que asisten a la misma resultan ser bastante tímidos a la hora de relacionarse con los demás y eso es lo que se busca superar. “La escuelita es el primer paso antes de llegar a un club de fútbol. Nosotros tratamos de que los niños vayan a los clubes sabiendo lo que es estar en contacto con otras personas para que se integren más fácilmente”, agregó el ex jugador.

El equipo de trabajo de la escuela está conformado por el propio Federico, dos profesores y dos profesoras. Además, Funes considera de gran importancia el trabajo de su novia, docente en el área de discapacidad, ya que es de muy buena ayuda para que la escuela integre a niños y jóvenes con discapacidad. “La escuela tiene muchas cosas para brindarle a los chicos. Queremos que se acerquen a compartir y que puedan formarse como personas”, remarcó Funes.

Además de los más pequeños que concurren a este espacio deportivo y recreativo de nuestra ciudad, también lo hacen varios jugadores mayores que por diferentes motivos no pueden sumarse a los equipos de la Liga y se entrenan bajo las directivas de Federico Funes.

Durante el primer año de la pandemia, la escuela dejó de recibir a los niños en las instalaciones ubicadas en Entre Ríos 430, corazón del barrio Alberdi, pero eso no fue un impedimento para que, desde sus casas, los pequeños siguieran entrenando y compartiendo momentos con sus compañeros. A través de plataformas virtuales, Federico y los profes se contactaban todas las semanas con los chicos y les enviaban actividades y videos para que siguieran practicando. Cuando los contagios comenzaron a bajar en la ciudad y se habilitaron algunas disciplinas deportivas, la escuela reabrió sus puertas de manera presencial para que los chicos volvieran a compartir ese espacio en barrio Alberdi.

Con la mirada puesta en este 2021 y el objetivo de seguir creciendo, el exfutbolista sostuvo que la escuelita “Federico Funes” tendrá muchas cosas nuevas. Con encuentros futbolísticos ya programados para los próximos días, Federico y compañía seguirán con los mismos objetivos de siempre: favorecer y acompañar el inicio de los niños en el deporte, fomentar el compañerismo y la integración de los más pequeños para que con más experiencia y herramientas puedan dar el salto y jugar en un club.