Canchita Chica

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MEDIO DEPORTIVO

22 mayo, 2025

Crecer lejos de casa para cumplir un sueño

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Por Santiago Cacciavillani

A su corta edad ya conoce el sacrificio que implica perseguir un sueño. Desde 2017 forma parte de las divisiones inferiores de River Plate, donde actualmente juega en la Octava División. “Desde que llegué, mi experiencia en el club fue muy buena. Mis compañeros y el cuerpo técnico me recibieron muy bien, y me siento muy cómodo”, cuenta con entusiasmo.

Su historia en River está marcada por momentos memorables: títulos, clásicos ante Boca Juniors y un proceso de crecimiento constante. “Tuve la suerte de vivir momentos muy lindos, como salir campeón o jugar los clásicos. Pero también pasé por situaciones difíciles, como las lesiones”, admite. A pesar de los obstáculos, valora el entorno competitivo que lo rodea: “La categoría completa tiene una actitud ganadora. Todos trabajamos con el mismo objetivo”.

La adaptación no fue sencilla. Proveniente de una ciudad con menor exigencia futbolística, confiesa que al principio le costó: “En Río Cuarto el ritmo era diferente. Me llevó un tiempo entender el nivel de compromiso que exige un club como River”.

Hoy, su principal objetivo es debutar en la Primera. “Quiero seguir mejorando y formándome como jugador para cumplir ese sueño. Desde que entreno en el club, mejoré mucho la toma de decisiones y la fuerza física. Ahora quiero enfocarme más en la resistencia”, explica. A los chicos que sueñan con llegar lejos, les deja un mensaje cargado de convicción: “Nunca dejen de entrenar y esforzarse. Las oportunidades llegan, y hay que estar preparados”.

Aunque viva en Buenos Aires, su corazón sigue en su ciudad natal “Representar a mi ciudad es un orgullo. Es el lugar donde crecí”, dice Leonel.. Mantiene el contacto diario con sus amigos de Río Cuarto y destaca el apoyo incondicional de su familia. “Están conmigo en Buenos Aires, hacen un esfuerzo enorme para acompañarme. Los valoro muchísimo, son lo más importante para mí”.

Su rutina diaria esta marcada por la disciplina. Se levanta todos los días a las 6 de la mañana, toma un colectivo hasta el club, desayuna y se prepara para entrenar. Luego de las dos horas de entrenamiento, vuelve al club para ducharse y almorzar. Por la tarde, asiste al colegio de River junto a sus compañeros, donde estudia durante cuatro horas. Al regresar a su casa, descansa y se prepara para repetir el ciclo al día siguiente. “La alimentación y el descanso son fundamentales. Me ayudan a tener energía para rendir bien en cada entrenamiento”, señala.

La ciudad aún le resulta un poco ajena. “Me cuesta adaptarme, estoy acostumbrado a Río Cuarto”, reconoce. Sin embargo, también encuentra cosas que lo entusiasman: “Me gustan mucho los estadios de fútbol y los shoppings. Pero extraño a mis amigos y a estar con toda mi familia”.

En medio de una vida cotidiana exigente, Leonel Giovanini se mantiene firme en su objetivo. Tiene claro que el camino no es fácil, pero también sabe que todo esfuerzo tiene recompensa. Y mientras sigue creciendo como futbolista, lleva con orgullo el nombre de su ciudad en cada paso que da con la camiseta de River.

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