Canchita Chica

Canchita Chica

MEDIO DEPORTIVO

Claudio “Gato” Valentín: “Mi hijo me vino a gritar el gol”

Compartilo:

La frase suena a una típica postal de un sábado por la tarde, pero las sensaciones cambian cuando Claudio Valentín nos cuenta que fue un día que como DT le tocó enfrentar a uno de sus hijos. Tras mandar la redonda al fondo de la red Mauro fue a festejar el gol delante suyo. Una de las tantas historias de nuestro fútbol y una anécdota más de esta familia que lleva al fútbol en el corazón.

Así de hermoso es el fútbol, un deporte con la capacidad de regalarnos un mundo de sentimientos encontrados en unos pequeños segundos durante un partido de divisiones inferiores, en donde se mezclan el grito desgargantado del pequeño que encuentra su momento de mayor alegría en un partido, mientras del otro lado los niños del equipo rival tratan de superar el trago amargo. Y como si eso no alcanzara, están las sensaciones y sentimientos de ese DT que sufre por el gol que desnudó la defensa de su equipo, pero que por dentro su corazón se muere de ganas de gritarlo porque el que acaba de convertir es uno de sus hijos y lo tiene festejando delante de sus ojos con una sonrisa de oreja a oreja.

Cuando muchos te pregunten por qué te gusta el fútbol, bien podrías recordarle esta anécdota, digna de unas páginas de algún libro Eduardo Sacheri, aunque sea una pequeña historia en una canchita chica de nuestra Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto.

Retrato de una familia bien futbolera: «Los Valentín»

“Yo soy un agradecido del fútbol. Es un deporte que nos ha ayudado mucho como familia y en la relación con mis hijos. El fútbol nos permitió vincularnos y relacionarnos mejor. Empezamos hablando de fútbol y luego terminamos charlando de un montón de cosas”, expresó el reconocido DT Claudio “Gato” Valentín en diálogo con Canchita Chica.

Los Valentín son una familia muy futbolera: Marcos (23) juega en Herlitzka (Las Vertientes), Mauro (21) había arrancado el año en Atlético Granada (Holmberg) y Mateo (11) entrena en Lutgardis Riveros, sí es que todos se calzaron la camiseta del “inglés”. Además, los dos mayores se desempeñan como profes de las infantiles de Atlético Granada de Holmberg y comparten un gimnasio en nuestra ciudad.

“Me gusta mucho el tema de los entrenamientos y ayudar a las personas a superarse desde lo físico”, dijo Marcos, quien sueña con tener un espacio más grande para sumar más gente a su equipo de trabajo (Su mamá Silvia y su novia también son profesoras de Educación Física). Y en el plano futbolístico, su objetivo es lograr el primer campeonato como jugador y dar el salto a categorías más grandes. “Todos somos muy amantes del fútbol. Siempre desde muy chiquitos mi viejo nos llevaba a la cancha y nos quedamos todo el domingo”, afirmó Marcos.

El “Gato” Valentín, quien se recibió de Técnico Nacional en un curso que en su momento se dictó en la UNRC, contó que a lo largo de su carrera como entrenador tuvo la fortuna de dirigir a sus hijos y también de enfrentarlos, tal como recordaba aquella tarde en donde uno de sus hijos (Mauro) festejó el gol delante suyo. Considera que son momentos únicos de este deporte y dijo que más allá que te enfrentes a tus hijos en una cancha, “uno como DT quiere ganar y ellos como jugadores también, es algo natural”. También comentó que “cuando te toca dirigirlos es muy lindo, pero a la vez complejo porque uno los conoce y por ahí les exigís más que al resto”.

Con una extensa trayectoria como jugador tras sus inicios en el club de sus amores Lutgardis Riveros de Alcira Gigena, Claudio Valentín también viene realizando un amplio recorrido como entrenador en distintos clubes de la región, entre ellos, Atlético Sampacho (Campeón en 2013), Santa Paula de Carnerillo, Juventud Unida de Coronel Baigorria, Atlético Granada de Holmberg, Municipal de Adelia María. También logró el campeonato y ascenso en el «Inglés» en 2003.

Actualmente es el coordinador de las divisiones inferiores de Lutgardis Riveros y había arrancado el año como DT de la reserva y primera de Granada de Holmberg, en donde tenía entre sus jugadores a su hijo Mauro.

Los desafíos del fútbol infantil

Entre 1994 y 1995 Claudio Valentín empezó a dar los primeros pasos como DT. Señaló que fue muy importante haber arrancado como ayudante de campo de Saporiti y remarcó que en aquellos años refundaron las categorías infantiles: “Logramos bajar las edades para que los chicos entrenaran. Fuimos pioneros en comenzar a entrenar con los más pequeños en cancha chica”, recordó.

Reflexionando acerca de las infancias de antes y las de ahora, Claudio señaló que unas décadas atrás había mucho más juego al aire libre, más potrero, en cambio, ahora eso se ha reducido y hay otras formas de entretenimiento con mayor uso de la tecnología de parte de los niños. Razón por la cual propone que en las divisiones infantiles se trabaje más en la motricidad de los pequeños y que los chicos vayan a la cancha a jugar y divertirse. Indicó que para cada edad hay diferentes objetivos en la formación del futbolista. Cuando son pequeños deben divertirse y aprender a jugar, y a medida que van creciendo tienen que ir sumando cuestiones más técnicas y tácticas.

Pensando en espacios saludables para el desarrollo de las infancias, también valoró el rol formativo y de contención que tienen las instituciones deportivas:

* * * * *

Los clubes pasan a ser una extensión de la familia”

* * * * *

En consonancia con su padre, Marcos Valentín señaló que “el objetivo en las divisiones infantiles es que el chico se anime y aprenda a jugar”.

Claudio manifestó que es muy importante que los clubes inviertan en buenos profesionales para que trabajen en proyectos serios, adaptados a cada institución y a largo plazo. “No hay mejor inversión que esa”, remarcó el coordinador de las divisiones inferiores de Lutgardis Riveros de Alcira Gigena.

También advirtió que muchas veces “se invierte la pirámide”, eso se da cuando los clubes apuestan por técnicos que están muy acostumbrados a dirigir los planteles superiores y llegan a las divisiones inferiores con el chip de querer ganar o ganar y se pierde de vista el principal objetivo de canchita chica, el de brindar un espacio para que el chico se desarrolle, se integre y vaya creciendo en su formación como jugador y como persona, incorporando valores de compañerismo, amistad y respeto.

Valentín a puro festejo en el club de sus amores

Donde uno es feliz

Dicen que uno siempre vuelve al lugar donde fue feliz, bueno en realidad, el “Gato” Valentín nunca dejó a su querido Lutgardis Riveros porque siempre lo lleva en su corazón, como aquel torneo y ascenso logrado allá por el 2001 como DT.

“Lutgardis es mi casa y todos mis hijos pasaron por el club, ya son más de 20 años viajando a Alcira Gigena”, expresó Claudio, quien vive en Río Cuarto, pero es el coordinador de las divisiones infantiles del club y también viaja permanentemente a la vecina localidad en donde se desempeña como docente en el IPEA Nº 226 «Héroes de Malvinas».

En este contexto de pandemia las actividades son prácticamente nulas y según el propio Valentín, “se extrañan las semanas en la cancha”. Aunque ahora las esperanzas están puestas en lo que vendrá. En este sentido, en los próximos días realizarán un relevamiento con los padres para ver si se pueden comenzar a realizar actividades recreativas y conforme a los protocolos sanitarios con el objetivo recuperar algo de esa alegría y que los chicos vuelvan al club.

Compartilo:
Ir al contenido